[DOWNLOAD] "Amar es Vencer" by Madame P. Caro " eBook PDF Kindle ePub Free
eBook details
- Title: Amar es Vencer
- Author : Madame P. Caro
- Release Date : January 22, 2017
- Genre: Inspirational,Books,Romance,
- Pages : * pages
- Size : 1635 KB
Description
En Sarrió, villa famosa, bañada por el mar Cantábrico, existÃa hace algunos años un teatro no limpio, no claro, no cómodo, pero que servÃa cumplidamente para solazar en las largas noches de invierno a sus pacÃficos e industriosos moradores. Estaba construÃdo, como casi todos, en forma de herradura. Constaba de dos pisos a más del bajo. En el primero los palcos, asà llamados Dios sabe por qué, pues no eran otra cosa que unos bancos rellenos de pelote y forrados de franela encarnada colocados en torno del antepecho. Para sentarse en ellos era forzoso empujar el respaldo, que tenÃa bisagras de trecho en trecho, y levantar al propio tiempo el asiento. Una vez dentro se dejaba caer otra vez el asiento, se volvÃa el respaldo a su sitio y se acomodaba la persona del peor modo que puede estar criatura humana fuera del potro de tormento. En el segundo piso bullÃa, gritaba, coceaba y relinchaba toda la chusma del pueblo sin diferencia de clases, lo mismo el marinero de altura que el que pescaba muergos en la bahÃa o el peón de descarga; la señá Amalia la revendedora igual que las que acarreaban «el fresco» a la capital. Llamábase a aquel recinto «la cazuela». Las butacas eran del mismo aborrecible pelote que los palcos y el forro debió ser también del mismo color, aunque no podÃa saberse con certeza. Detrás de ellas habÃa, a la antigua usanza, un patio para ciertos menestrales que, por su edad, su categorÃa de maestros u otra circunstancia cualquiera, repugnaban subir a la cazuela y juntarse a la turba alborotadora. Del techo pendÃa una araña, cuajada de pedacitos de vidrio en forma prismática, con luces de aceite. Más adelante se substituyó éste con petróleo, pero yo no alcancé a ver tal reforma. Debajo de la escalera que conducÃa a los palcos habÃa un nicho cerrado con persiana que llamaban «el palco de don Mateo». De este don Mateo ya hablaremos más adelante. Pues ha de saberse que en tal lacerÃa de teatro se representaban los mismos dramas y comedias que en el del PrÃncipe y se cantaban las óperas que en la Scala de Milán. ¿Parece mentira, eh? Pues nada más cierto. Allà ha oÃdo por vez primera el narrador de esta historia aquellas famosas coplas.